La banda alemana de punk
rock Die Toten Hosen cumplió tres décadas de trayectoria e hizo su presentación
número 28 en el país -récord para un grupo de música internacional, título que
tenían los Ramones- pero, afirman que en lo profesional, todavía se sienten
inseguros a la hora de volver a tierras pampeanas. “Antes de viajar a Buenos
Aires siempre nos ponemos muy nerviosos y pensamos si esta ocasión será tan
buena como la última vez”, asegura Breiti, guitarrista de la banda.
Seis horas: ese fue el
tiempo que necesitaron los fans argentinos de la banda alemana Die Toten Hosen
para agotar las entradas del show del martes 11 de septiembre en el Teatro
Vorterix. Un concierto especial (“solo para fanáticos”, decía el afiche publicitario)
en el cual se festejaron los 20 años de esta relación hosenesco-argentina que comenzó allí por el año 1992, en la extinta
discoteca Halley de avenida Corrientes. “El lugar estaba vacío y ya nos
sentíamos decepcionados. Pero después, no sé cómo, se llenó completamente de
gente que ya nos conocía y fue una noche increíble”, recuerda el carismático Campino
(50), cantante y líder de la banda de Düsseldorf.
Risas apostadas que maltratan tímpanos ajenos,
brindis cada ocho ó nueve minutos con vasos que rebalsan de cerveza,
brillantes cabelleras rubias y zapatillas de trekking: el Teatro Vorterix fue
testigo de un importante grupo de fanáticos alemanes (aproximadamente 400) que
vinieron especialmente para ver a sus ídolos, los mismos que les recomendaron esta
travesía sudamericana. “Podés haber presenciado un show de los Hosen en
cualquier parte del mundo, pero si no los viste en Argentina, te perdiste lo
mejor”, asegura Campino, que no puede creer cómo aquí se corean los punteos de
las guitarras y que se ríe de la frase que se le dice a una persona aquí, cuando se le quiere desear suerte (“mucha mierda").
“Olé, Olé, olé, olé… Joseee,
Joseee”, canta la muchachada local que pronuncia con ausencia de acento
germánico el nombre de la banda. “Nos sentimos orgullosos y respetamos a los
argentinos por el esfuerzo que hacen para entender nuestras letras. Cuando los
vimos por primera vez cantar nuestras canciones se nos puso la piel de
gallina”, afirma Campino, que comenzó a estudiar español y puede darse cuenta
de ello en la versión en castellano del corte de su último álbum “Ballast der
Republik”, “Tage wie Diese” (“Días como
estos”), dedicada especialmente a sus
seguidores argentinos.
Con viento, marea y tiempo en contra, dos
fanáticos de la banda crearon un grupo de Facebook para proponer que se designe
a los DTH como Huéspedes de Honor de la Ciudad Buenos Aires. Ante la urgencia
por conseguir el objetivo antes que la banda deje el país, se comunicaron con
la legisladora María José Lubertino, quien estuvo de acuerdo con la condecoración
e impulsó la medida, que ya es oficial, desde su banca. Los Hosen, por ahora,
están a la espera de la ceremonia en la cual se les otorgará aquella distinción,
y que si no se realiza en la Legislatura porteña, podría celebrarse en su mismo
concierto del sábado 15 en el estadio Malvinas Argentinas, show que ya está agotado.